Nada más despertarme, oigo el ruido de la tostadora, el olor de un café recién hecho, veo desde mi cama que el mundo es un poco más mío, siento como las sábanas me acarician, y saboreo uno de tus besos, mis cinco sentidos reaccionan rápidamente a tu dulce voz diciéndome: “Cariño, el desayuno ya está listo, ¿quieres tomarlo en la cama?” Una gran sonrisa en mi boca, un sueño hecho realidad, pero noto esa sensación de no acordarme de nada, derrepente un hombre alto, moreno, ojos azules, fuerte, guapo entra en mi habitación y me trae el desayuno, intuyo que es mi marido, llevo un bonito anillo en mi mano derecha, me da un beso y me pregunta que que tal he dormido, empiezo a reírme y le respondo que no me acuerdo de nada, pero que con solo verle me da igual me he dado cuenta de que todo lo que quiero lo tengo, me mira con una cara extrañada pero parece darle igual, al rato me acuerdo de todo, unos años antes encontré a una persona que me hizo feliz, no me hacía daño me enamore de tal manera hasta que hicimos la locura de casarnos y ahora, ahora tengo lo que quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario